25 mar 2012

AUSTRALIA, Primeros pasos en el continente rojo.



Tras los primeros días de aclimatación, en los que te comienzas a habituar a otra forma de hacer las cosas, nueva casa, amigos, lenguaje, horarios…. he comenzado a utilizar el cuaderno de campo y me he aprovisionado de los materiales que no pude traer conmigo, especialmente papel de diferentes tipos y una buena gama de acrílicos. 

Apuntes y primeras manchas en una ilustración sobre el Australian White Ibis,
observado en un pequeño lago en Perth.

A la vez, pude identificar las primeras especies de aves, las más comunes y urbanitas pero no por eso menos sorprendentes. Y todo ello, con la tranquilidad que se respira, al menos, en esta parte del país, que espero sea lugar común en el resto de los territorios que voy a visitar.

Presiento que va a ser así. Es difícil evadirse de esta sensación de espacio abierto, incluso en la ciudad, transmitida por la escasez de edificios altos y apretados como suele suceder en las ciudades españolas. No podía ser de otra manera, ya que si hay algo que sobra aquí, es espacio. Tal es así, que las ciudades, aun teniendo relativamente pocos habitantes, se extienden en una superficie vastísima como una descomunal zona residencial de casitas con jardín.

En general, el ambiente es cordial, el australiano se muestra como un ciudadano cercano, jovial y amable que no duda en hacerte una broma en medio del supermercado o en la guagua. Incluso la fauna salvaje se deja observar sin excesivos sobresaltos.

Como siempre hay algunas especies que se han acostumbrado a los humanos y se acercan con poco recelo a los márgenes del río, en busca de restos de comida. Es el caso de los cisnes negros, en Swan River. Y no deja de ser un poco decepcionante, ya que recuerda un poco al ambiente de un zoológico, pero, ya he tenido la oportunidad de observarlos alejados de los núcleos humanos y entonces sí que pude disfrutar de la magnífica presencia de un ave salvaje, embarrado hasta el cuello buscando comida en el fango de las lagunas junto a anátidas y algunas especies de zancudas.

Una señora mayor me contaba el fin de semana pasado, que recordaba, en su infancia, ver las bandadas de varios cientos de cisnes negros recorriendo el río. Hoy, se le puede ver en pequeños grupos dispersos y las riberas están ocupadas por pantalanes, y casas de lujo…. Snif.

El primer apunte que realicé fue de este Little Black Cormorant, especie de tamaño pequeño como el Cormorán moñudo o similar, bastante común en los alrededores de Fremantle y Perth, tanto en el Swan River como en las playas costeras que dan al Oceáno Índico.

Little Black Cormorant.

Una sorpresa que me llevé a los pocos días de arribar a Australia, fue la observación de mi primera rapaz australiana. Aunque nunca he tenido mucha facilidad para identificar rapaces, el hecho de que se dejara observar a una distancia relativamente cercana y que, tras rebuscar en la guía, el rasgo característico que vislumbré no dejara lugar a dudas, me dio la alegría de poder afirmar que había visto una hembra de primer año de Brown Goshawk (Accipiter fasciatus), que viene a ser el equivalente australiano al Azor (Accipiter gentilis).

Digo que el rasgo que me ayudó a identificarlo fue definitivo porque tras descartar la mayoría de las rapaces de la guía, a excepción de las que tenían alas tipo rapaz forestal como las del azor y el gavilán, el intenso barrado vertical de la garganta y parte alta del pecho solamente lo poseían dos especies entre la cuales rápidamente descarté una por su pequeña envergadura.

Cuando la vi, describía con disimulada tranquilidad amplios círculos sin perder de vista las bandadas de loros que pasaban bajo ella, hasta que se acercaban a una distancia en la que podía permitirse atacarlas, maniobra que repitió varias veces hasta que su vuelo evolucionó lejos de mi vista.

Poco a poco, voy recopilando pequeñas experiencias de la vida salvaje australiana, disfrutando del espectáculo que ofrecen las bandadas blancas y amarillas de las cacatúas al atardecer, cómo los pececillos del río saltan del agua despavoridos ante el ataque de una Aninga y espero impaciente, la observación de mis primeros canguros.

Western Corella (Cacatua pastinator) revoloteando alrededor de un eucalipto.

Dentro de poco tomo rumbo al Territorio del Norte. Allí el clima se endurece y las condiciones naturales te obligan a extremar precauciones pero, ¿a quién no le apetece un poco de aventura?

Red-necked Avocet descansando en el lago Bibra.

Salud y disfruten de este maravilloso planeta que nos ha tocado habitar.   



2 mar 2012

Como un libro abierto

Como un libro abierto el mar se ofrece prometedor, como frontera que invita a buscar más allá de sus límites. Este apunte de uno de mis lugares preferidos para ir a pintar, los bajíos de Punta Hidalgo en el norte de Tenerife, me viene que ni pintado (nunca mejor dicho) para explicar lo que siento en este momento en que parto con poco equipaje y muchas ganas de vivir, de encontrar, de descubrir...



El ritmo de mi tiempo me lleva a marcharme en busca de nuevas fronteras que traspasar, países que me sorprendan y me hagan sentir vivo. Atrás quedan los fantasmas cotidianos, lo bueno y lo malo, familia, amigos, esos rincones personales que hacen de un lugar un sitio inimitable y un territorio que, tristemente, huele a quemado; delante un sinfín de experiencias, lugares por descubrir, gente que conocer y una naturaleza única y desconocida.

Comienza el viaje, se reanuda la aventura. Este blog va a ser el espacio en que volcaré las nuevas experiencias. Les invito a suscribirse como seguidores para que puedan compartir de manera inmediata, los nuevos colores que mancharán mi paleta, las aves y otros animales que me sorprenderán por su exotismo y exclusividad y la riqueza de conocer uno de los países del mundo con mayor población aborigen, donde persisten costumbres, ritos y usos cargados de un simbolismo que seguro me ayudarán a llenar muchas hojas de mi cuaderno de campo.

La próxima entrada intuyo, no será una entrada más.

Saludos y buena suerte a todos.

Fran Torrents.