21 feb 2012

La mirada personal.

Una mañana del otoño pasado, intentaba realizar en mi cuaderno de campo, un apunte donde quedara reflejado el entramado de charcas intermareales que conforman los bajíos de la costa de Bajamar, en el norte de Tenerife.

Sería la falta de concentración, un enfoque desacertado o simplemente que no tenía el día, pero no me sentía satisfecho con los resultados. Siempre me quedaba una imagen que me recordaba una postal de esas tan típicas que se venden en las avenidas de los enclaves turísticos. Las piedras, las olas, el cielo... todo ordenado como si posaran para el observador.

No era lo que buscaba. No se daba ese trazo que te hace sentir que has ido más allá de la realidad vista. No se reflejaba mi impronta en el papel. No me gustaba lo que hacía.

Estaba a punto de marcharme, entre frustrado y decepcionado, cuando decidí utilizar el sobrante de colores diluidos en la paleta. Miré a mi alrededor unos segundos y me lancé a jugar con las formas de las charcas mezclando colores y representando con trazos rápidos, las masas de basalto con las pequeñas pozas intercaladas.

Cuando acabé con los colores y dejé la paleta limpia, miré el papel con detenimiento y comprobé que, liberado de presión y con trazo relajado, había conseguido el apunte que buscaba, una vista de los bajíos personal y plásticamente interesante.

Espero que les guste.

Hasta la vista.

Fran Torrents.


4 feb 2012

Juegos de color


A veces, recortes de papel sobrantes te permiten jugar con los colores sin la responsabilidad de crear algo determinado, sin un objetivo concreto.

En este caso, después de manchar algunos papeles con formas que insinuaban territorios inventados, surgió este sugerente paisaje.



Con unas dimensiones de 8 x 28 cms. no pasa de ser un divertimento donde las formas se conjuraron para dar vida a una tierra desconocida. 

Les invito a viajar allí, todas las puertas están abiertas, los senderos son seguros, no hay fronteras...

Hasta la vista.