24 jul 2014

NEPAL y más pájaros (y 3)


Langtang apareció en el camino como si aquella planicie a la que dieron paso los bosques de coníferas hubiera estado todo el tiempo observándonos. Después de atravesar el último puente colgante, balanceándonos de alegría ante la mirada impertérrita de los yaks, el poblado se dibujó entre las lomas peladas del valle. Alrededor, la nieve de las cumbres se esparcía en nubecillas soplada por el viento y pequeñas cascadas se descolgaban desde las laderas.


LangTang




Y enseguida nos dio la bienvenida una de las aves más bonitas de la cumbre, la Paloma de las Nieves.


Snow Pigeon (Columba leuconota)

A nuestro alrededor, guías y porteadores tibetanos, turistas y aventureros, americanos, asiáticos y europeos compartiendo un trocito de mundo al que solo puedes acceder a través del esfuerzo, del disfrute de la montaña. En esos momentos, el espíritu del montañero, del caminante, aflora más que nunca y sientes que estas experiencias deberían recetarlas los médicos, ser provocadas desde la infancia en los colegios, motivarlas los padres. Que nadie se quedara sin saber qué se siente después de caminar varios días por una montaña, lejos de las carreteras, con tus piernas como único medio de transporte.

Descansando con LangTang al fondo

Después de la impresión inicial y tras buscar habitación, a ver pájaros. La paloma de las nieves fue solamente la primera de las especies avistadas en la alta montaña. La siguieron muchos más que mi poca pericia como fotógrafo me impidió retratar. Chovas piquirrojas y piquigualda, un grupo de Bisbita rosado/Rosy Pipit (Anthus roseatus), inquietas lavanderas y los sempiternos cuervos...

Beautiful Rosefinch (Carpodacus pulcherrimus) 

Luego, después de un día de descanso y disfrute, vuelta a las tierras bajas, con más calma y los prismáticos en el cuello todo el tiempo.

Rufous-gorgeted Flycatcher (Ficedula strophiata)


Chesnut-crowned Laughingthrush (Garrulax erythrocephalus)

Al volver a Kathmandú, ya con los días contados, apenas dio tiempo para visitar algunos pueblos de las cercanías y poco más. En esos recorridos nos sorprendió la belleza y tranquilidad de Patan, con apenas turismo y un ambiente de autenticidad que merecía la visita.


Templo en Patan. 

House Crow (Corvus splendens)




Y como todo lo bueno, el viaje terminó. Hasta la próxima Nepal.