12 dic 2011

COMO UNA PIEDRA MÁS

Antes de partir a Sudáfrica, estuve bajando a los bajíos de Punta Hidalgo a pintar. La marea estaba alta y los pocos limícolas que invernan en esta parte de la costa, esperaban descansando y poniendo al día sus plumajes, que las piedras cubiertas de musgo quedasen al descubierto y con ellas los minúsculos insectos de los que se alimentan.

En esa situación, que tienden a estar tranquilos, pendientes solamente de que no les alcance el agua, es más fácil dibujarlos que cuando se alimentan frenéticos de piedra en piedra.

En esos ratos de calma, pude hacer este apunte de un Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula) que, inmóvil entre piedras removidas una y mil veces por la fuerza de las olas, semejaba una piedra más.

Chorlitejo grande.
Acuarela sobre papel Fabriano de 200 grs.


Un visitante del norte que nos acompaña todos los inviernos y alegra la negra costa basáltica con sus patitas naranjadas ¡Cómo no hacerle un retrato!

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