27 sept 2011

¡¡¡UNA DE TERRROR... !!!

Uno de los grupos de animales que más aversión produce en las personas son los arácnidos. Cine, televisión, cuentos y leyendas... contribuyen a crearles una mala fama de la que ya, difícilmente conseguirán zafarse.

Y es que en parte se la tienen merecida. ¿Quién no ha dado un brinco cuando, de repente, ha aparecido un bicho con 8 patas reptando junto a sus pies? Esa capacidad de aparecer cuando menos se las espera forma parte del shock que produce su presencia, esas 8 patas multiplicando el movimiento...


Araña dibujada observada a través de una lupa.
Capturada en el salón de mi casa y liberada en un terreno cercano varias horas después.

Sin embargo, una observación detenida nos muestra a un conjunto de animales de singular belleza. Si superamos el rechazo inicial, podremos conocer a unos predadores tremendamente especializados, capaces de esperar horas hasta que una presa se enreda en su finísima tela; rapidísimos en el asalto final aunque tengan esa apariencia de torpes, con tantas patas que organizar...



En esta entrada les voy a comentar un texto del libro "Flora y Fauna del Parque Nacional del Teide", del que soy ilustrador. La creación de esta publicación fue la excusa perfecta para recorrer las Cañadas del Teide durante varios años, hurgando en sus secretos más reservados. Acompañando al amigo y biólogo Juanma Carmona (autor de los textos), pude asistir a procesos que suelen pasar desapercibidos para el visitante de paso. Y fue el mundo de las arañas uno de los más sorprendentes.

La Araña tigre de la retama (Aculepeira annulipes) del capítulo Pequeños predadores:
"Cualquiera que pasee durante primavera o verano por las Cañadas del Teide, tropezará más de una vez con las telas que tiende esta araña. Pero esta "molestia", nos servirá para conocer a una de las especies  emblemáticas del Parque Nacional del Teide, la araña tigre de la retama.

Si observamos la tela con detenimiento, veremos que la hembra se encuentra agazapada en un pequeño habitáculo de seda, desde donde vigila para inmovilizar inmediatamente a la desdichada que caiga en la pegajosa trampa. Es tal el frenesí cazador, que el macho al acercarse, debe rozar la tela de un modo especial si no quiere ser confundido con una presa y ser atacado sin contemplaciones. Después de aparearse, la hembra fabrica una bolsa algodonosa donde deposita los huevos, fijados en las ramas de los achaparrados arbustos de la alta montaña tinerfeña.

Aculepeira annulipes.
Del libro "Flora y Fauna del Parque Nacional del Teide".

Lo más curioso ocurre cuando las jóvenes arañas se disponen a abandonar la cálida y esponjosa bolsa de seda. Sabedoras de que deben abandonar la zona y dispersarse en todas direcciones, utilizan el medio de transporte más económico, ecológico y eficaz que pueden encontrar en las vastas llanuras de lava, el viento.

Como precoces inventoras del turismo de aventura, emiten finos hilos de seda y se lanzan al vacío como parapentistas expertas. La suave brisa de la montaña, sin necesidad de hacer el más mínimo esfuerzo, se lleva por delante a las minúsculas arañitas, abriendo ante sus ojos un mundo donde, a partir de entonces, cada día se enfrentarán a la antigua lucha por la supervivencia: comer o ser comidas.

Espero haber contribuido a que, a partir de ahora, intenten ver con otros ojos a estos maravillosos animales.




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