Las sorpresas si ocurren en un
país como Nepal son aún más sorprendentes. Como no acostumbro a preparar
demasiado los viajes (apenas me preocupo por saber las condiciones del visado, buscar algunos parques nacionales o lugares donde puedas observar la naturaleza
y las aves peculiares del país y poco más) cuando llego todo huele a descubrimiento.
TODO ES DE COLOR o al menos se intenta. |
Me encanta esa sensación de
encontrarte con una ciudad como Katmandú sin haber previsto el caos increíble
que rueda por sus estrechas y polvorientas calles, sin haberte preparado para
sumergirte en esa marea de pitazos y giros bruscos en la que se desenvuelve la
vida normal de esta ciudad y, en la que, sin embargo, no parece que nunca
llegue a desencadenarse una situación preocupante. Sus habitantes han crecido
en ese caos y se manejan en él como lo podemos hacer nosotros en nuestras
ordenadas ciudades. Así, a los dos días de caminar entre los
nepalíes, te olvidas de los retrovisores que te pasan a dos centímetros del
brazo, de los pitidos a la espalda y te dejas llevar por la marea de gente, bicicletas, motocicletas y coches que
se mueve en todas direcciones sin que norma alguna dirija ese sinfín de
itinerarios imprevisibles.
HAY SITIO PARA TODOS, pero no intenten ordenarlo, solo hay que dejarse llevar y funciona. |
PAPEL HIGIÉNICO MARCA ACME Es lo que tiene la sencillez :) |
En este país humilde, impera la
tranquilidad y la sonrisa fácil, y las miradas desprenden un halo de dignidad
que se extiende por dondequiera que vayas. Humildad y dignidad son los
sentimientos que me acompañarán durante todo el viaje, tanto en la ciudad como
en los pequeños pueblos tibetanos que visitaremos en el trekking hacia
Langtang. Y una vez más, me siento un aprendiz, abro los ojos e intento
asimilar la esencia y la belleza que se esconden en la sencillez de la vida
nepalí. La sonrisa de la mujer que de repente ve invadido su pequeño
“restaurante” local, que no habla una palabra de inglés y con la que solamente
sabemos compartir un “namaste”(hola), y que sin embargo nos prepara sus noddles
con toda la delicadeza del mundo, mientras una señora mayor duerme con un niño
tras la siguiente mesa, en una cama disimulada en la esquina de la estancia.
Una pareja de trabajadores nos mira y se ríe desde esa mesa, tal vez
preguntándose, quiénes serán estos tipos raros que en vez de irse a un buen
restaurante se meten en este cuchitril.
Ya habrá tiempo de ir a comer a
sitios más modernos y preparados, pero no los cambio por el rato que pasamos
allí. Ver cómo poco a poco la mujer se va sintiendo cómoda con nosotros y
comienzan a rellenar momos (comida típica que no te puedes perder en Nepal) que
devoraremos en cuestión de minutos, mientras afuera el tráfico se va
ralentizando poco a poco.
Al salir,el cielo aparece recortado por miles de cables eléctricos que brotan de cada poste. Lo primero que piensas es, ¡cómo no va a haber cortes de luz! Me compadezco de los electricistas nepalíes aunque seguramente, igual que pasa con el tráfico, conocerán una fórmula mágica para resolver el laberinto que se esconde entre tanto rollo de cable acumulado. Por un momento la imaginación se me dispara y me imagino que Spiderman ha estado practicando con sus telarañas en esta ciudad.
SPIDERMAN STREET |
En fin, Katmandú está ahí,
esperando tu visita, invitándote a que te pierdas entre sus callejuelas y te
dejes invadir por la sensación de que todo, pase lo que pase, va bien.
Próxima entrada NEPAL II: ¿El Tíbet
en Nepal?
4 comentarios:
Muy chulo, me dan ganas de ir, pero es que no se puede estar en todos lados !!!
Jajajaja... no te quejes Alfonso, que tu curriculum viajero es difícil de superar.
Muy buenos viajes trotamundos fran....saludos y gran envidia sana me dice lupo, y yo le cuento que de alguna forma tus blog nos traslada a esas tierras y lugares soñados....y luego lupon se duerme pensando que ya es un poquito mas perro tibetano....en fin salud y a contar aventuras. Lupo y choro corto y cambio
Saludos, ¡qué sorpresa! Me alegro de saber de ustedes y de que mis historias les gusten. un abrazo fuerte y pronto la entrada del Tíbet nepalí.
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